Después de haber hecho una serie de entrenamientos tanto físicos como mentales durante un período de tiempo largo y tras una planificación adecuada, las claves para optimizar el rendimiento siguen una lógica resultante de ese esfuerzo y constancia. Si hemos conseguido mecanizar todo lo que pretendíamos entrenar, habremos hecho una buena preparación.
- Utilizar todo lo que hemos aprendido (tienen que haberse mecanizado los procesos de relajación, control de la respiración, control de pensamientos, identificación de las emociones, visualizaciones, concentración… )
- Tener en cuenta/controlar todos los posibles imprevistos ( convertir lo imprevisible en previsible) y pensar cómo sería la carrera teniendo en cuenta todas las variables posibles:
- Condiciones climatológicas (lluvia, temperatura, etc)
- Tipo de terreno, desviación, estado…
- Hidratación (beber líquido e hidratar/proteger la piel) usar siempre productos y bebidas que ya se hayan usado, no probar cosas nuevas el día del reto).
- Llevar protección solar, protegerse bien la cabeza, procurar que esté siempre fresca
- Intentar llevar el menor peso posible
- Usar elementos que mejoren el rendimiento físico: zapatillas específicas para corredores, plantillas que mejoran la pisada y biomecánica del cuerpo, también adaptadas al tipo de terreno, elementos protectores en zonas de lesión, ropa cómoda, ligera y transpirable…
ASPECTOS
IMPORTANTES:
- No estrenar material nuevo en el reto (haberlo usado alguna vez en entrenamiento, tanto ropa, como calzado, calcetines, material de alimentación, etc) todo hay que probarlo antes, para eso están los entrenamientos, así nos aseguramos que nada será distinto y nos podrá perturbar.
- Cansancio y condiciones ambientales (haber ido a entrenar días que hemos estado cansados y no nos apetecía, para conocernos en esos estados qué nos pasa y cómo lo podemos resolver al igual que haber salido a entrenar en días de lluvia, frío o calor intenso, ya que debemos saber qué hacer en esos momentos por si durante el reto nos encontramos una adversidad saber reaccionar con la menor ansiedad posible cosa que nos desestabilizará menos. Hay que recordar que una adversidad puede desatar un estado de inquietud, que nos provoca cambios físicos que nos llevaran a rendir menos).
- Tomarse el reto como un entrenamiento o como un viaje (disfrutar del viaje y no pensar sólo en la meta, sino en las motivaciones que nos han llevado a querer realizarlo)
- Hacer una rutina de concentración: La noche antes realizar ejercicios de relajación, así como el mismo día del reto por la mañana y minutos antes de empezar, va muy bien utilizar la técnica de la visualización y la práctica imaginada, consistente en crearse una imagen mental que nos evoque características que queremos para nuestra actividad, por ejemplo, imágenes que nos hagan pensar en resistencia, velocidad, potencia,
fuerza, de tranquilidad en el momento de la relajación….
En dos palabras podríamos decir que la PREVISIÓN y el CONTROL son las bases para rendir más en cualquier disciplina.